RETORNO A CLASES PRESENCIALES. ¿CÓMO NOS SENTIMOS AL RESPECTO?

Fotografía: Still de “Star Wars: El Imperio Contraataca.” Copyright: Disney.

Por Go.

La pandemia a la que nos enfrentamos en los últimos años ha cambiado radicalmente nuestro mundo. No solo a nivel personal hemos sufrido cambios (pérdidas, estado de ánimo, planes de futuro…) hoy en día algunas de las conductas que pueden desarrollar muchas personas al retornar actividades, como regreso a clases, a la rutina habitual son: irritabilidad, dificultad para concentrarse, desinterés, ocasionando conflicto en nuestra manera de relacionarnos en los espacios educativos.

La pandemia [...] ha cambiado radicalmente nuestro mundo.


La pandemia está transformando el modelo de aprendizaje y fuerza a la comunidad educativa. No haber interactuado de forma presencial con otras personas durante aproximadamente 2 años causó fatiga que se refleja en la desmotivación de la población estudiantil. Ante esta realidad, y para mejorar el bienestar en clase en una situación como la actual, debemos actuar en dos niveles: individual y grupal.


A nivel individual tanto alumnos como profesores debemos fomentar:

  • La responsabilidad de cumplir con nuestras tareas, comprometernos con nuestros objetivos, esto permeará a nivel grupal, pero sobre todo nos dará satisfacción la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral para ayudar en un futuro en ambientes de grupo.

  • La empatía. Alumnos(as) y profesores estamos pasando el mismo suceso, la “post pandemia” y los estragos que ha dejado a nivel económico, psicológico y emocional. Estar conscientes que todos somos humanos, que sentimos y habitamos de manera diferente y que vivimos procesos complejos ayudará a generar espacios educativos más proactivos.

    Es necesario que los profesores o encargados de clase se preocupen más por el bienestar a nivel personal, mostrando mayor empatía y garantizando una comunicación clara y sincera para mejorar la confianza en el aula.


A nivel grupal podemos comenzar por saludarnos; hacer notar al otro que lo tenemos presente con un gesto sutil y humano. Ésto podría ser el inicio para retomar la vida en sociedad.


En este nuevo escenario los alumnos tienen un papel más protagonista que nunca en su propio aprendizaje, más activo. Sin actitudes proactivas se hará más difícil cumplir con los objetivos de aprendizaje.


La construcción del futuro de los estudiantes no puede delegarse, ni es responsabilidad exclusiva del mundo de los adultos. Por supuesto, se necesita la generosidad, la sabiduría y la experiencia de los adultos para llevar a cabo transformaciones fundamentales en los contenidos de los cursos y en las estrategias educativas, pero tales cambios serán sostenibles sólo si los adultos confían y apoyan a los estudiantes para que sean protagonistas y artífices de su propio futuro.


En consecuencia, pueden mostrar mayor interés, curiosidad, desarrollar su creatividad, poner en práctica el pensamiento crítico, mejorar la comunicación. Y aumentar su autonomía y responsabilidad.

En este nuevo escenario los alumnos tienen un papel más protagonista que nunca en su propio aprendizaje, más activo.


Algunos alumnos aumentarán su autoestima y su confianza en sí mismos, puesto que se sentirán más seguros en este nuevo escenario.


Esto no implica un debilitamiento de las funciones y responsabilidades, sino más bien un aumento en la comprensión y el apoyo mutuo entre una amplia variedad de actores como profesores y padres de familia para el bienestar y desarrollo de los estudiantes.


Esto ayudará a que las generaciones más jóvenes tengan marcos de referencia y herramientas para asumir responsabilidades y gestionar sus propias vidas en el futuro.

 

Referencias:

  • Educación en un mundo post-COVID: consideraciones adicionales.


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2022, ArtículoArtinsideComentario