ESCUCHAR PARA CREAR HISTORIAS

Fotografía de Korney Violin en Unsplash.

Fotografía de Korney Violin en Unsplash.

Por Gudrun.

Toda historia tiene algo de inspiración en la vida cotidiana. Libros y películas que vemos con la leyenda «Basada en hechos reales», no son casualidad. Y no significa que tal cual nos la presentan es como pasó, sino que un pequeño suceso fue la pauta para imaginar toda una historia. 


Películas, cuentos, caricaturas, ilustraciones, fotografías… tantos medios que tenemos para contar lo que queremos expresar. Sea cual sea la obra que estamos viendo, quedamos fascinados con la misma porque algo mueve en nuestro interior. Nos vemos reflejados en la historia y de cierta manera nos entendemos mejor. Entonces, como creadores es nuestro turno de contar algo. ¿Será sobre nosotros mismos?

Películas, cuentos, caricaturas, ilustraciones, fotografías… tantos medios que tenemos para contar lo que queremos expresar.

Sí, a todos nos gusta hablar de nosotros mismos, porque decir nuestros pensamientos en voz alta es una forma de comprendernos. Y es por eso que encontramos obras que se inspiran en la vida del autor. El arte es una manera muy grata de hacer introspección, de hacer catarsis.

La propuesta en esta ocasión es hacer un ejercicio diferente para crear. Dejemos por un momento la literatura, los personajes que ya conocemos y nuestra historia. Y escuchemos a los demás, a quienes nos rodean.

Quienes nos acompañan a diario pueden ser más interesantes de lo que creemos, si sabemos escuchar y ponemos atención. No son celebridades, pero cada vida es única; en ellos podemos encontrar historias comunes, curiosas o muy extrañas. Historias que nos inspiren para la creación de nuestra próxima obra. El consejo es evitar juzgar y simplemente escuchar. Cuando emitimos un juicio, cortamos la comunicación y perdemos la confianza de quien nos comparte su vida. Si hemos de interrumpir el relato, debemos ser prudentes y esperar un momento adecuado, cuando la persona que nos platique nos dé la pauta; y será para preguntar sobre los sentimientos que tuvieron en ese momento. Son esas sensaciones y emociones las que darán espíritu a nuestra obra.

Muy importante dejar a un lado el celular. Saber escuchar no es simplemente percibir la voz de quien nos habla. También, poner atención a sus movimientos, sus gestos y lenguaje corporal. Hacer contacto visual e interesarnos por el relato. ¡Cuántas historias podemos sacar de una simple charla! Respetemos a quien tenemos delante y nos regala de su tiempo y su vida!

Quienes nos acompañan a diario pueden ser más interesantes de lo que creemos, si sabemos escuchar y ponemos atención.

Por supuesto que si vamos a usar algo ajeno para nuestras creaciones siempre debemos pedir permiso y dar crédito si así lo desean; o guardar la identidad si se prefiere.

Ahora que estamos en casa, es una buena oportunidad para practicar nuestra habilidad de escuchar. Con nuestra familia, con solo un miembro de ella o llamemos a un amigo o amiga para preguntarle algún dato curioso sobre su vida. Así nos iremos acostumbrando a escuchar y poner atención a lo cotidiano pero ajeno a nosotros, para de ahí sacar historias y crear algo diferente.

 

«Escuchar es un arte que requiere atención sobre el talento, espíritu sobre el ego, otros sobre uno mismo». 

-Dean Jackson.

 

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