MÁS QUE UNA PASIÓN, UN COMPROMISO: ¿QUÉ SE REQUIERE PARA HACER UNA ANIMACIÓN?

Por AnimationFan

Desde nuestra infancia los dibujos animados fueron un parteaguas en nuestra búsqueda de entretenimiento. Personajes que nos hacían reír –con lo que nos identificábamos por sus experiencias –vivían frente a nuestros ojos en historias que matizaban nuestro día a día.

Y, aunque pasajero para algunos espectadores que después mudaron su interés a otras áreas, varios más llevamos este aprecio inicial al siguiente nivel.

Llegamos a definir el deseo que aún hoy en día moldea nuestras vidas: “yo quiero hacer eso” o, siendo más específicos, “yo quiero ser un animador”.

Pero, más allá de la convicción, ¿sabes qué se necesita para llevar a cabo un proyecto de animación exitoso?

Conocer y comprender la magnitud de una animación cinematográfica es uno de los primeros pasos que el aspirante debe tomar en cuenta.

Si te interesa la animación con seguridad has tenido tus propios acercamientos como creador en algún momento de tu vida; ya sea desde la secuencia de dibujos en tus libretas hasta, gracias a los adelantos tecnológicos actuales, la experimentación con aplicaciones que enseñan los principios básicos.

Pero la sucesión de imágenes, aunque es la actividad más popularizada del proceso, sólo es un pequeño apartado de el producto final.

El conocer y comprender la magnitud de una animación cinematográfica es uno de los primeros pasos que el aspirante debe tomar en cuenta; y, por ello, en Artinside te queremos mostrar, a grandes rasgos, los elementos que conforman el proceso de animación para que pueda llevarse a buen fin cada idea:

El libreto/ guión

Originar una idea puede sonar sencillo, pero en darle sentido y orden encontramos el verdadero desafío. La creación de un guión es imperante para definir la dirección de una animación. Además de formar a los personajes y los escenarios a emplear, nos ayuda a sintetizar la historia que queremos contar en actos y escenas.
 
De igual forma, funge como un primer filtro para nuestra idea. Al desarrollarla en su totalidad podemos evaluar qué tipo de ajustes requiere, la magnitud de estos, o si elegir otro argumento es la mejor opción.

Arte conceptual/ Diseño

Tras definir la historia que queremos contar, hacemos uso del mismo guión para construir a los personajes y definir la naturaleza del background. Se generan turn arounds para definir proporciones, se hacen pruebas de expresiones y silueta para darle una identidad visual, etc.

El objetivo de esto es la uniformidad del estilo y la síntesis de formas para que el espectador las procese con velocidad sin sentirse abrumado.

Storyboard

Elaborar un storyboard es el siguiente paso de la animación ya que apoya en la configuración de los encuadres a utilizar. Seleccionar los ángulos en los que será “captada” la historia brinda un mayor impacto y permite, tanto enfatizar momentos estratégicos, como guiar al espectador en lo que debe de percibir; e incluso sentir.

Animación 2D

Con todo este trabajo previo se pasa a generar la animación cuadro a cuadro (en 2D), emparejando el desarrollo de las escenas con el audio previamente editado y haciendo uso de los principios básicos que otorgan al movimiento la ilusión de estar vivo. Durante este paso son comunes las pruebas de línea para corroborar el avance logrado y detectar de forma temprana los desperfectos que pudieran comprometerlo. A su vez, se desarrolla un timing y se genera un animatic.
De todos los segmentos quizás este sea el más laborioso, incluso si se planea utilizar herramientas digitales, ya que es traer a la vida cada detalle que se planeo en las primeras etapas con verosimilitud.

Vectorización y color

No te preocupes, ya estamos casi en la recta final. La vectorización o limpiado de línea es la digitalización de todos los frames para un buen acabado. El trabajo áspero que deja el grafito se elimina y se preserva la claridad de la imagen. Posteriormente se le da color tanto a las acciones como a los espacios a emplear.

Edición final

La etapa de renderizado o edición final corresponde a la suma de todo el trabajo efectuado. Se utiliza el esquema de la animación cuadro a cuadro reemplazando las imágenes menos trabajadas por las digitales. Se suma al audio ya establecido sonidos ambientales y, si se precisa, banda sonora. Todo esto nos da como resultado el video o render final de nuestro proyecto.

Ser un animador, desde el mismo origen del concepto, es brindar alma a los objetos.

Por supuesto que estos pasos tienen un gran número de subtemas y variables dependiendo del tipo de proyecto –y no te preocupes, los trataremos más adelante en otros artículos para que consideres dónde te gustaría desarrollarte –pero el que vislumbres los pilares del proceso de animación es lo importante si es tu deseo incursionar en ello.

Ser un animador, desde el mismo origen del concepto, es brindar alma a los objetos –en este caso a las líneas –; pero es necesario que sepas que a una gran pasión siempre va unido un conocimiento de causa y un compromiso real.
    
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