LA CULTURA DE LA INMEDIATEZ Y EL APRENDIZAJE

Fotografía: Bruce Mars en Unsplash.

Fotografía: Bruce Mars en Unsplash.

Por Gudrun.

A todos nos gusta ahorrar un poco de tiempo. En trámites, compras, servicios, al trabajar, al comunicarnos con alguien –más si se encuentra en otro país- y demás actividades, buscamos la forma de hacer todo más rápido y gracias a la tecnología esto es posible

La mayoría de pagos de servicios se pueden realizar vía Internet, así como trámites a través de nuestros celulares. Hasta para comer basta con tener una aplicación que nos permita realizar un pedido y tenerlo en la puerta de nuestro hogar.

Procesos que anteriormente tomaban días enteros ahora son cuestión de segundos. Incluso podemos hacer muchos de ellos al mismo tiempo en un solo dispositivo en unos cuantos minutos.

La tecnología avanza de manera veloz, al igual que nuestra exigencia para obtener resultados.

Pero, ¿qué pasa con el aprendizaje?

La tecnología avanza de manera veloz, al igual que nuestra exigencia para obtener resultados.

Pero, ¿qué pasa con el aprendizaje?

El acostumbrarnos a la tecnología nos ha vuelto impacientes. Buscamos lograr cosas extraordinarias sin haber invertido tiempo ni el mínimo esfuerzo.

¿Qué consecuencia nos puede traer esto a largo plazo? Incompetencia. Porque dejamos de lado la curiosidad, la paciencia, la reflexión, el compromiso, la investigación, la observación y demás virtudes que ahora hasta son mal vistas porque toman «demasiado tiempo». Y son realmente estas virtudes las que permitieron y permiten el desarrollo de la tecnología.

Aplicarlas al aprendizaje nos abre la oportunidad de evolucionar en conocimiento y habilidades.

Por ejemplo, el dibujo.

Para aprender es necesaria mucha práctica y paciencia. Ejercicios diarios, autocrítica y buen manejo de la frustración. Si aprendemos algo, pero no lo practicamos no vamos a llegar a dominarlo.

Pasará lo que cuando éramos pequeños y estudiábamos para un examen. Lo hacíamos y al salir del mismo ya no recordábamos lo que habíamos memorizado.

Para entender al dibujo y hacerlo nuestro es necesaria una práctica constante cuyos resultados no son inmediatos, sino cuestión de meses y años, según nuestra meta.

Para entender al dibujo y hacerlo nuestro es necesaria una práctica constante cuyos resultados no son inmediatos, sino cuestión de meses y años, según nuestra meta.

Aún no llega la era en la que usemos un chip en nuestro cerebro donde podamos almacenar tanta información como queramos. Ni hemos dominado el aprendizaje por ósmosis o intencionalidad.

Mientras esto sucede, debemos hacernos conscientes de que no somos máquinas. Que nuestro cuerpo es orgánico y nuestra mente es maravillosa, siempre y cuando la tengamos en funcionamiento.

Al tener consciencia de quiénes somos y qué queremos lograr, sabremos agradecer la existencia y entender la utilidad de la tecnología, sin pretender que todo se resuelva a través de ésta.

 
 

«El aprendizaje es la experiencia adquirida en la tranquilidad.»

- Charles Handy

 
 

Referencias:

  • La cultura de la inmediatez y la era de la impaciencia: una encrucijada generacional. Consultado el 27/08/18 https://www.grandespymes.com.ar/2015/06/14/la-cultura-de-la-inmediatez-y-la-era-de-la-impaciencia-una-encrucijada-generacional/

  • La era de la inmediatez. Consultado el 28/07/18 http://www.milenio.com/opinion/carlos-iriarte/red-social/la-era-de-la-inmediatez

 

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2018ArtinsideComentario